sábado, 22 de abril de 2017

El Montecillo. Dos corridas y un único objetivo: Madrid.

Andaba D. Francisco Medina, el pasado Sábado Santo, en su fincón El Montecillo, en tierras toledanas de Orgaz. Fincón porque tal y como me comentaba, los beneficios se invierten en la finca y lleva mejorándola desde que inició este proyecto, desde la venta de la anterior vacada, El Ventorrillo.



Andaba D. Francisco Medina indicando al mayoral y a uno de sus vaqueros las mejoras a realizar en los Corrales anexos a la plaza de tientas. Tres dias antes, un toro negro salpicado reseñado para Madrid se negó a pasar por la báscula al igual que sus 8 hermanos, y pasaron media mañana con él. "Esto hay que arreglarlo. Cortando aquí con dos puertas que cierren y corten el paso, ganaremos Mucho más. Ya de paso reforzamos estos burladeros, que los veo un poco flojos".



Andaba D. Francisco Medina, por un lado, contento. Llevaba cuatro semanas sin poder levantarse de la cama por una crisis de ciática. "Lo he pasado fatal, quería morirme! Ahora estoy mucho mejor, haciendo bicicleta estática he mejorado mucho". Pero por otro lado, andaba enfadado. "Tengo una tía de corrida reseñada para Madrid y no sé ni cuando se lidiará... Ni saben ni contestan. Pero claro, no me voy a liar a tiros con todo el mundo!".



Amable y muy educado, D. Francisco Medina habla despacio y siendo conocedor absoluto de sus palabras. "Por donde empezamos?" -"por donde usted quiera D. Francisco"-.

Las calles son la primera parada, donde un servidor tiene dos toros adquiridos para agosto. En el cercado anexo a la plaza de tientas hay 5 toros y un becerro. Nada tiene que ver uno con otro. De distintas hechuras, alturas y trapios, motivo por lo que van destinados a la calle, aunque todos muy rematados. De todos ellos destaca un colorado, tremendo de serio, con cara y cuajo. Se lidiarse en Masamagrell (Valencia). 






Subimos al coche y nos dirigimos a ver Madrid -corrida y novillada-. D. Francisco Medina ha preparado una corrida de muy buenas hechuras y que luce un remate espectacular. Morrillos muy desarrollados y carnes apretadas destacan en los 9 ejemplares reseñados, salvo en uno, concretamente el negrito salpicado n.25 que días atrás les dio la mañana en los corrales. "Se le nota el berrinche que cogió. No habrá comido estos días". 





Por delante la corrida está muy bien colocada. Todos enseñan las caras tocadas arriba y cerrando las puntas. No hay ningún toro exagerado, excepto un 46 y un 5 más descarados y con leña para pasar un invierno. Personalmente, creo que la corrida es del gusto de la plaza de Las Ventas. Y por cierto, muy variada de pelo: un jabonero, tres castaños, un burraco, un negro salpicado y tres negros. 










"Me quedo con el 4 y el 1, van a ser bravos. Cuando la ganadería la tienes en la mano, te equivocas poco, el margen de error es pequeño".




 La novillada reseñada para feria es preciosa de hechuras. Quizá demasiado bonita para ser Madrid. Me atrevo a decir que tiene un cierto aire sevillano. Todos los novillos vacilan de estar perfectamente rematados. "Hay tres que me ha tocado quitarlos para recortarles el pienso". De la misma forma, hay variedad de pelos: un melocotón, cuatro negros, dos castaños, dos burracos. "Me quedo con el melocotón, sin duda, porque va a embestir. Aunque el 1 y el 2 son los más bonitos del encierro". 






Han pasado 3 horas y media desde que entre a El Montecillo y volviendo hacia el cortijo no puedo resistirme a hacer la pregunta. "Porque vendió el Ventorrillo justo en su mejor momento?" La respuesta no puede ser más sincera. "Hay momentos en la vida que no puedes decir que no. Me dolió mucho, pero la oferta que me hicieron no se podía desaprovechar". 



Justo antes de parar el vehículo suena su teléfono. Saca su iPhone pero no acierta a descolgar y me lo enseña para que le eche un capote. En la pantalla aparece el nombre de Agustín Montes, quien lidia sus toros bajo el nombre de Montealto al día siguiente, domingo de resurrección en Madrid, Curro Díaz y Garrido mano a mano. 

"Como te ha ido en los corrales?"..... Se hace un parón de varios segundos. "Me alegro hombre, las empresas te tratan mejor que a mi".

Me despedí de D. Francisco deseándole suerte para los próximos compromisos en la capital, pero me espeta en que vayamos otro día a la finca a pasar la mañana, con más tiempo, y ver los toros que lidiaremos en agosto en las calles de Meliana. "Tendréis que venir a verlos de nuevo, no?". Así quedamos, en volver al fincón El Montecillo y repetir de nuevo la jornada.

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