Ahora mismo, su compañero de cercado es una auténtica joya número
26. Si tuviera que elegir uno, sería este. Los hay con más cara, más agresivos
o con más peso. Pero creo, al menos así lo ví yo, que no hay otro más guapo que
él. La belleza pintada en cárdeno. Una barbaridad de toro. Ahora mismo está
reseñado para Dax. Le seguiremos la pista.
El resto de toros lucen un tipo extraordinario. Redondos
como pelotas, cuajados y musculados, pero sobre todo muy entipados. Tanto, que
los “AnaRomeros” se diferencian y reconocen a distancia.
Seguíamos la ruta, y en el siguiente cercado asomaban unas
caras veletas y agresivas que nos indicaban posibles destinos para aquellos
cárdenos…
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