Durante esta semana la rutina ha sido muy gratificante. El café mañanero junto con Gaspar, mayoral de la ganadería de Hdos. de D. Celestino Cuadri, da todos los días el pistoletazo de salida a tres horas de concentración, de notas, de repaso, de conversaciones con unos y otros y en definitiva, de ilusiones.
Cada día, lo primero ha sido acceder a los corrales y dar el primer vistazo general y rápido para ver si la noche se ha dado tranquila o por el contrario, ha sido movida y hay alguna baja en el peor de los casos, o algún toro que separar.
Hasta que Gaspar no los ve a eso de las 09:30 de la mañana, no se queda tranquilo. "Bueno, ya va faltando menos...", suspira cuando observa que de momento, queda una noche menos de peligro.
Las conversaciones con Gaspar, día tras día, apoyados sobre el murete del último corral no han tenido desperdicio alguno. Cada día me despido de él con un "nos vemos a la tarde Gaspar" y habiendo aprendido cantidad de secretos del campo bravo.
Cada toro de los presentados por Fernando Cuadri guarda un pasado, unos secretos y unas características escondidas tras esas miradas santacolomeñas, esas cajas parladeñas y esas caras acapachadas.
Mañana será el día en que los Cuadris salten al ruedo. Desde primera hora, arrancaremos con el café mañanero con Gaspar y probablemente se sumen Fernando y Antoñito (que habrán recorrido 700 km una vez embarcada la corrida de Azpeitia hoy sábado 26 a última hora de la tarde).
Mañana apoyaremos a todos los Cuadris, los hombres y los toros, deseando que su vuelta a Valencia sirva para volver a verlos en la Feria de Fallas, con una tía cinqueña...
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