Despedimos el año 2014 e
iniciamos el 2015 de forma privilegiada con aquello que nos apasiona: El campo
bravo y la casa de D. Samuel Flores.
Días de intenso frío los vividos
en El Palomar. Hasta -8 °C marcaron los termómetros durante las frías mañanas
de campo. No importa, dado que sarna con gusto no pica en absoluto.
Faenas de campo que apasionan y
enamoran, llevadas a cabo con esmero, con ilusión y con sacrificio. Entorno
mágico y marco incomparable: Toros y vacas con sus crías y sementales posan de
forma arrogante cuando aparecen los primeros rayos de luz. Todo un espectáculo.
Momento de repasar sementales,
vacas y sus crías. Todo en orden. Algunos nuevos becerros con apenas horas de
vida son protegidos por sus bravas madres, quienes desafían imponentes y
amenazan con venirse al coche en cuestión de segundos. Al final, después de “andar
con ellas” y gracias a los conocimientos de los hombres de campo logramos
hacernos con las crías.
Jose, mayoral de la ganadería,
apunta ordenadamente todo en su libreta. Uno de ellos ha sido el hijo de la
Peinas Bajas- 27 y del Pitazo-53. Se trata de un futuro bravo que será herrado
con la F o con la O.
Nada más que añadir sobre la
camada de 2015. Lo propio ya no es describirla, sino observarla. De gran
seriedad pero sin perder las buenas hechuras que siempre caracterizaron a los
Gamero Cívico de D. Samuel. Toca esperar para comprobar si el arduo y difícil trabajo
de selección que están llevando a cabo en El Palomar está dando sus frutos. “En
El Palomar, ahora mismo está la crem de la crem”, palabras de D. Samuel
refiriéndose a la enorme criba que ha implementado en sus animales durante los
últimos años.
También es momento de encerrar a
los nuevos sementales, recién tentados y aprobados, y de encerrar ganado manso que en cuestión de minutos desfilarían
hacia un cebadero para en varias semanas, acabar sus días en un triste matadero.
Qué mejor forma para despedir el
año 2014… y qué mejor forma de iniciar un nuevo 2015, año que se afronta con
una gran ilusión porque la camada de D. Samuel y sus últimos compromisos invitan
a ello. Sensaciones muy positivas rondan El Palomar y hay motivos para creerlo.
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