La investigación es una actividad
orientada a la obtención de nuevos conocimientos para su posterior aplicación
con el objetivo de dar solución a problemas o lagunas, todos ellos de carácter
científico. La investigación es necesaria en todas las áreas que se desee
prosperar y mejorar lo ya existente. Se investiga en medicina, en ciencias económicas
o en multitud de ingenierías.
Hace años, me llamó mucho la atención las primeras noticias
que leí sobre investigación en el mundo del toro. Inicialmente, leí las notas
de prensa de las investigaciones realizadas por el profesor Juan Carlos Illera,
donde publicaba el comportamiento del toro y su reacción ante el dolor,
ofreciendo unos resultados absolutamente asombrosos. Personalmente, como
investigador que soy (en la rama de la ingeniería civil) me alegré enormemente
al conocer que se llevaban este tipo de trabajos sobre el toro bravo. Le
otorgan a la Fiesta brava y a su mundo categoría, rigor y un carácter muy
profesional.
Conocí personalmente a uno de estos investigadores del toro
bravo. Leí sobre su persona y me impactó su currículum abrumador. Julio
Fernández Sanz nos acompañó en Meliana para impartir una conferencia sobre el
encaste Vergaua, acompañando al ganadero D. Tomás Prieto de la Cal.
Con Julio, persona sencilla, clara y muy sabia hablé largo y
tendido sobre la Fiesta, sobre encastes y sobre ganaderías. Me fascinó su memoria,
su currículum y su trayectoria. Aprendí, desde un punto de vista científico,
multitud de aspectos desconocidos para mí y, casi seguro, para la gran mayoría
de aficionados. Datos certeros y exactos, técnicas de análisis de pitones,
muestras de ADN, investigación genética sobre la raza del toro bravo, crianza
del toro de lidia, espectáculos taurinos, enfermedades y patologías del toro, fundas,
comportamiento, carne de lidia, suerte de varas, encastes. Son algunos de los
temas investigados y estudiados por Julio y cuyos resultados y conclusiones
son, científicamente, espectaculares.
Cuando me despedí de Julio en la estación Joaquín Sorolla de
Valencia, entendí rápidamente la necesidad de la difusión entre los aficionados
de estos resultados y de este tipo de trabajos. Considero que son de una
aportación incalculable para la defensa de la Fiesta y para conocer a personas
de la categoría de Julio, auténticos profesionales del mundo del toro y cuya
labor y trabajo es prácticamente desconocida. Son los investigadores del toro
bravo y gracias a ellos, mantenemos abierta una posible línea para mejorar
aspectos de la Fiesta. Sin ninguna duda, si el sistema le hiciera caso,
mejoraríamos enormemente en muchos aspectos.
Está demostrado científicamente.
Un momento de la conferencia taurina. De izquierda a derecha, Benjamín Torres (un servidor), el veterinario Julio Fernández Sanz, el periodista taurino Carlos Bueno, el ganadero Tomás Prieto de la Cal, el aficionado de Rafelbuñol (Valencia) Vicente Rodrigo "El Forner" y el matador de toros Vicente Ruiz "El Soro".
Julio Fernández Sanz, en una de sus explicaciones durante la conferencia.
Los miembros de la conferencia, junto con los aficionados de Meliana, Alfonso Pérez "El Pelao" (izquierda) y Vicente Nogueroles "Pixorro" (derecha).
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